Los modelos son un elemento básico en cualquier sesión de moda, por eso no me canso nunca de insistir como de importante es el casting, ya que una buena elección nos facilitará enormemente el trabajo.
La disparé hace 10.900 días y junto a seis originales fotográficos más ella formo parte de reportaje de moda “con pijamas y a loco” para la revista CYL MODA INTIMA editada en Barcelona.
Conocía a Marten, el modelo, de otros trabajos y desde un buen principio supe que él era idóneo, ya que creo que no había conocido a ningún modelo más crazzy y he trabajo con muchísimos. Era natural, espontáneo, autentico, veraz, desenvuelto, atrevido, desenfadado… y todas esas aptitudes eran imprescindibles para la realización del reportaje “con pijamas y a loco”.
Barcelona vivia su euforia pre-olímpica y me pareció oportuno, y así lo propuse a la dirección de la revista que se identificara, al menos, en algunos de los originales que éstos habían sido tomados en sus calles. La propuesta les encantó y con ella y el modelo aprobado nos centramos en encajar agendas del equipo de colaboradores y solicitar los correspondientes permisos municipales para poder fotografiar en la calle, pues en aquella época, en Barcelona, era imprescindibles disponer de ellos.
Como por aquel entonces tenía el plató en la Gran Via de Barcelona opté por realizar las tomas fotográficas en los alrededores del mismo y utilizar a éste (el plató) como centro logístico. Preparábamos al modelo para cada toma en el plató y acto seguido bajábamos a cada unas de las distintas localizaciones previamente seleccionadas.
Para dar unidad al reportaje habíamos acordado que trabajaría en B/N, ya que los colores de las prendas (los pijamas) a pesar de ser de color tenían una buena traducción al blanco y negro y éste me ayudaba en el momento de ubicar al modelo en las diferentes localizaciones.
Como guión de imagen adaptado a las localizaciones urbanas, busqué actitudes que un hombre podría realizar cotidianamente, siendo lo único especial en el reportaje que en esta ocasión las realizaba en pijama y forma totalmente desinhibida. Planteé las tomas como si fuesen imágenes robadas sin preocuparme excesivamente por la ropa a fin de acentuar el estilo paparazzo. Trabajé a mano con la Nikon F3 y ópticas cortas para acentuar la proximidad de la acción en plena calle y totalmente con luz natural, sin apantallar, ya que el film TMax 400 Asa me permitía un buen margen de trabajo.
Lo interesante de este trabajo eran las reacciones de los transeúntes al ver a un modelo haciendo locuras en pijama en plena calle y como lo fotografiaba con cierta discreción, mi presencia como fotógrafo casi pasaba desapercibida a excepción de ciertos taxistas y automovilistas que nos escoltaban, pitaban o increpaban al circular de un modo extraño en bicicleta (nada usual en aquellas fechas) por distintas calles emblemáticas en pleno tráfico urbano, hasta que se daban cuenta de mi presencia en la trasera de una furgoneta, con las puertas abiertas, que acompañaba al alocado ciclista y comprendían que era una sesión fotográfica aunque algunos preguntaban en que TV se emitiría para seguir el programa.
Imágenes correspondientes al reportaje de moda de la revista “CYL Moda Intima”
