El implacable invierno llega, en según que zonas, acompañado por la misteriosa niebla. No puedo imaginarme, a Henning Mankell de la mano del inspector Kurt Wallander en su Suecia - más concretamente en la tranquila provincia de Escania - o Donna Leon desplazándose por Venecia con el comisario Brunetti, sin la niebla en algunos de los escenarios de sus novelas policíacas. Ambos excelentes escritores, con estilos diferentes, capaces de elaborar una narrativa viva y expresiva, que con maravillosa maestría nos sumergen en unos mundos oscuros, inquietantes y reales.
Espero que con el transcurrir de los años no lleguemos a confundirnos, y denominemos “niebla” a lo que en realidad sea el resultado de una pésima gestión medioambiental.
Espero que con el transcurrir de los años no lleguemos a confundirnos, y denominemos “niebla” a lo que en realidad sea el resultado de una pésima gestión medioambiental.