Como el tono agrisado en el original
fotográfico no reflejaba la espectacularidad del Duomo de Milán invertí la
imagen para destacar el trabajo estructural de sus agujas y esconder la base
para darle un aspecto más aéreo. Sin embargo en la fotografía de la imponente
columnata de la plaza de San Pedro en el Vaticano, a diferencia que en la del
Duomo, para intensificar la imagen obtuve por contacto, otro negativo muy
contrastado, con grises muy leves y blancos limpios, que modificaban la
sensación visual de la columnata.