Estaba experimentando y analizando las posibilidades
creativas que me ofrecía el hecho de fusionar una diapositiva color con filtros
wratten de gelatina y decidí seguir con mis pruebas durante un largo viaje por
Europa que hice el verano de 1971.
Con
mi nueva Mamiya C33 de dos objetivos y con un obturador que se podía armar
independientemente del paso de fotograma. Calculando distintas exposiciones en
cada filtro y que sumadas no sobre-pasaran la sensibilidad del film y
disparando a pulso fui buscando distintas composiciones de edificios y espacios
notables. Era una época de poco presupuesto y había que afinar muy bien para no
desperdiciar recursos.