Al finalizar la guerra civil española -el 1 de Abril
de 1939 con el último parte de guerra firmado por Francisco Franco, donde
declaraba su victoria y establecía una dictadura que duraria hasta su muerte- numerosos
inmuebles cambiaron de uso y de propietarios. Éstos no dudaron en esgrafiar su
simbología en frisos, fachadas… en los edificios tomados para que nadie dudará de
quién mandaba.
Al friso que presidia la fachada principal del edificio
del Ateneu Igualadí de la clase
obrera le esgrafiaron las pertinentes consignas del régimen y la dirección le
dio un nuevo enfoque.
Con
la recuperación de la democracia el edificio fue recuperado por sus legítimos y
anteriores propietarios y en la actualidad con sus propuestas Igualada ve
ampliada su oferta socio-cultural.