Los relojes de sol acostumbraban a rematar las fachas de masías con un cierto estatus, éstos han dejado de utilizarse y han pasado a ser elementos meramente decorativos, y no deja de sorprendernos como una simple varilla bien dispuesta y orientada puede ser tan precisa en señalar las horas diurnas. En la actualidad la lectura horaria en estos relojes bien podría despistarnos ya que la hora solar, la autentica, nada tiene que ver con la que se rige la sociedad.
El uso horario de Greenwich establecido como patrón universal que alteramos en función de las necesidades energéticas varias veces al año, aunque nos perturbe durante algunos días, hace posible el control sobre todo y todos.