Los pequeños detalles siempre me han llamado la atención por que acostumbran a tener una cierta singularidad que los vincula al binomio espacio - tiempo. Si como fotógrafo no los ves puede que no te interesen, que no sepas mirar o que estás centrado en la consecución de otro tipo de imágenes y no los fotografías por considerarlos nimiedades.
Si te centras en un tema documentalista, fotografíalos, normalmente no los usarás de inmediato pero tienen un gran valor con el paso del tiempo, porque sitúan una serie de conceptos dignos de ser analizados.
Un simple cartel de hierro esmaltado situado en una puerta de entrada nos indica, en primer lugar, la personalidad del individuo, señala su reivindicación del lenguaje y del idioma que estaba en lucha, aboga por una educación formal y gramatical y al firmarlo “l’obra del bon mot” nos informa que detrás de esta simple placa, está toda una organización que promueve estos y otros valores que podríamos relacionarlos fácilmente con la educación y un sentido patriótico de país.