El fotógrafo David Bailey icono de la fotografia de moda que inspiró la película Blow-Up ( 1966 ) de Michelangelo Antonioni, manifestava en una entrevista “la técnica digital ha matado la casualidad en la fotografia” . También confesaba que el director le había propuesto ser el protagonista, encarnando al fotógrafo que opta por una nueva mentalidad, que se creó con la revolución de la vida, de la ropa, de la moral en Gran Bretaña, sobre todo entre jóvenes artistas, publicistas, estilistas o entre los músicos que formaban parte del movimiento Pop.