La pista que bordeaba unos grandes acantilados sobre el
Océano Atlántico nos llevaba al ex Sahara español. El espectáculo de ver batir
las olas sobre el desierto no se me olvidará nunca y aún menos la imagen de un
gran buque encallado en la costa y partido en tres trozos con que nos
encontramos. Este, el Monte al Tube de la naviera Aznar, se vio arrojado a la
costa sahariana por una gran tormenta a la que no sobrevivió, y allí permanecía
erguido, herrumbroso, con las escalerillas pendiendo de su borda por donde los
marineros lo abandonaron primero y los saqueadores abordaron el pecio más
tarde. La naviera que no disponía de imágenes del buque, agradeció la amplia
documentación fotográfica que les facilité.