Las grandes ciudades no constituían motivo de parada en nuestra ruta si no era imprescindible y Abidjan no fue una excepción. Para llegar a Ghana queríamos seguir la ruta más corta que era la que bordeaba la costa, pero el bac que cruzaba el rio cargando los vehículos estaba inoperante, por lo que tuvimos que tomar la carretera que va bordeando la frontera de Ghana que pasa por Abengourou y aunque cruza una zona muy boscosa con un relieve de ondulaciones constantes estaba bien asfaltada y como apenas había transito circulábamos con rapidez.