Accedimos a Camerún, el último país de habla francesa del África occidental, por Ekok cuando la noche tropical empezaba a envolvernos con su sombra. Como era habitual buscamos un claro cercano a un poblado para establecer nuestro campamento, pero esa noche el son de una sinfonía de aves y animales nocturnos evidenciaba que estábamos en plena selva tropical.