Douala, capital económica de Camerún, como la mayoría de las grandes ciudades africanas era un mosaico de culturas. Supongo que en gran parte por su favorable nivel económico el look de las personas se veía cuidado. Algunos hombres vestían con “fez o tarbush” tocado masculino de color rojo como los que se usan en el Norte de África o Turquia. Los microbuses urbanos, antiguas furgonetas Renault, estaban decoradas con motivos florales y se mezclaban con los Citroen 2CV, los taxi brousse Peugeot 404 y las Mobilettes. Era cara y como no tenia interés monumental ninguno, después de una visita de cortesía a una congregación religiosas de monjas con la que un miembro de la expedición estaba vinculado, reanudamos la marcha.