En Camerún, como en toda África, las creencias conviven, cohabitan y/o se entremezclan, ya que puedes encontrar una misión, como la de Magamba, que utilizaba como campana de llamada a los fieles un vieja llanta de camión suspendida entre dos palos y no muy lejos, poblados donde se apreciaba un fuerte arraigo de las prácticas animistas, con monumentos esculturales erigidos a modo de altar frente las paillottes o oscuras esculturas de figuras humanas con los ojos en blanco. Cuanto más avanzábamos hacía el Este las influencias y practicas animistas, de todo tipo, ganaban en presencia y se manifestaban con más fuerza.