El mecánico que revisaba mi coche tardaria una hora en tenerlo listo, por lo que decidí gastarla perdiéndome por la ciudad. El calor era sofocante, era hora de siesta, las tiendas estaban cerradas, algunas seguramente para siempre, necesite solo unos segundos para tomar la imagen que me transporta, metafóricamente, a reflexionar sobre la situación que estamos viviendo estos últimos meses.
MIRADAS PRISIONERAS ese fue el titular que le adjudique mientras la tomaba y me preguntaba ¿estaremos condenados a vivir estoicamente en nuestro propio país bajo la sombra de la sospecha constante y malintencionada; siempre retenidos por una reja económica que nos priva avanzar, liberarnos, traspasar fronteras, emerger…? Dicen que querer es poder, espero y deseo que la sociedad civil, como siempre, una vez más de muestras de lo que quiere y se ponga / nos pongamos en movimiento.