No era fácil renunciar a según que imágenes, pero sabia
cuales eran las características del viaje y detener la marcha para poder
fotografiar toda la excepcionalidad con la que nos encontrábamos, aunque fuera
tan solo unas horas, no tenia cabida. Tomadas algunas fotos rápidas de los
compañeros de expedición imprudentemente situados demasiado cerca de los
animales salvajes, fruto de la emoción de olerlos, sentirlos… después de tantísimos
kilómetros por África, retomamos la carretera con destino a Ruanda. A la
llegada (a Ruanda) nos enteramos que nuestro equipo de apoyo en Igualada –que
desde que habíamos entrado en Zaire no había recibido noticias nuestras- nos
estaba buscado a través del Sr. Juan Antonio Samaranch del Comité Olímpico
Internacional.