En nuestra ruta no dejaron de cruzar la pista a todo velocidad o remoloneando en ella, diferentes especies de animales obligándonos a una conducción extremadamente cuidadosa, ya que apenas atendían a los posible toques de advertencia sonora. En Nairobi nos detuvimos para renovar mi pasaporte al cual se le habían agorados los hojas. Con el tramite resuelto emprendimos camino hacia la frontera etíope.