El
embajador español -íntimo de Franco- había abandonado el país y la embajada
española estaba a cargo del primer secretario. Éste nos ofreció residir en ella
para major seguridad y, naturalmente, nosotros aceptamos. La prensa
internacional se reunía en el Hotel Hilton y allí conocí a Vicente Romero, Luis
Carandell y el equipo de TVE de Miguel de la Quadra Salcedo a los que me uní en
la labor informativa, pisando la calle y recorriendo la ciudad.