Hacía años que había tomado la decisión, puesto que la ciudad de Barcelona me ofrecía alternativas, de no disponer de plató ni equipos propios y trabajar en régimen de alquiler. Esto me permitía diseñar la sesiones fotográficas sin ataduras ni obligaciones, puesto que no estaba sujeto a utilizar material de mi propiedad y podia enfocar los trabajos libremente.
La disparé hace 3.650 días y ella formaba parte de una selecta selección de prendas (de una amplia colección) destinadas a imágenes de gran formato para escaparates y promoción.
Cuanto de menos dispones, más tienes que agudizar la creatividad y luchar para encontrar un enfoque positivo al hecho de enfrentarte a una situación no deseada por nadie. En determinadas circunstancias hay que analizar, estudiar, evaluar muy bien la partida (campaña publicitaria) y luchar hasta el agotamiento para convencer al cliente a que casilla o carta debe apostar, ya que un error en el momento de elegir puede ser tremendamente negativo para todos los jugadores.
No eran tiempos fáciles y había que ajustar muy bien los presupuestos, pero como no quería renunciar a la base fundamental y al espíritu que deseaba respirara la sesión fotográfica decidí: quedarme con mis colaboradores habituales, seleccionar una buena modelo, prescindir del plató y buena parte del equipo de iluminación y trabajar en una casa en construcción (cedida gratuitamente) y un solo flash anular que apoyase la luz natural para obtener el máximo brillo posible de las aplicaciones doradas y tonos muy densos de las prendas a fotografiar.