Cuanta más naturalidad exija el demandante / cliente en una imagen fotográfica, al menos en publicidad, mayor control previo se debe tener sobre el escenario donde se construirá ésta, ya que eso permite trabajar con absoluta libertad y centrarse únicamente en establecer una buena conexión con los modelos y encaminarlos a los objetivos deseados.
La disparé hace 10.065 días y la recuerdo como la parte más tranquila de un largo y agotador dia de sesiones. Cuando llegó el turno de la tomas a la modelo femenina, el set, se lleno de gente opinando y discutiendo entre ellos y, aunque pueda pareceros absurdo, en las sesiones de ropa interior femenina no es nada sorprendente y uno debe calcularlo y esperar a después de la primera polaroid para despedir, educadamente, a los intrusos.
No todas la campañas disponen de un amplio y holgado presupuesto, pero tampoco todas ellas lo necesitan. Nos instalamos en un gimnasio, de la calle Muntaner de Barcelona, de un amigo que nos cedió el espacio, a cambio de algunas imágenes de la sesión para decorar sus instalaciones. Contratamos el equipo de colaboradores habitual para estas ocasiones y decidimos, como siempre, apostar por un buen casting, ya que éste es básico en el éxito de cualquier sesión fotográfica.
Al trabajar en B/N forzando la sensibilidad para obtener un respetable grano en la emulsión del film Tri X 35 mm. de 400 Asa no precisaba gran potencia en la iluminación y por eso utilicé dos spots fresnel de 500 y 1.000 wts. que unidos a la iluminación de fluorescencia del gimnasio, me permitía obtener un contraste elevado con potentes altas luces, para poder disparar con una obturación lenta que destacase el movimiento de los ejercicios de pesas que ejecutaba el modelo. Como en toda imagen que precise destacar una cierta musculatura en el modelo, antes de comenzar a disparar, tuvimos una sesión de ejercicios tonificantes para que el modelo estuviese en forma y su camiseta con un punto de sudor para acentuar el realismo de la imagen.