Nunca he temido enfrentarme a objetivos aparentemente complicados y difíciles, ya que éstos han estimulado la superación, evolución y el avanzar en mi trayectoria profesional y personal.
Mientras la directora de arte Núri Vilaseca me mostraba la documentación sobre la que se había inspirado para la próxima campaña Warner’s yo me preguntaba ¿dónde encontraría un espacio similar al del boceto en Barcelona?. Y la solución, no fue obra de la magia, fue fruto del trabajo duro de un equipo comprometido, de no temer a los retos y de luchar por aquello que deseamos y nos importa.
La disparé hace 10.220 días y creo que hoy nadie lograría permiso para poder fotografiar una campaña publicitaria de ropa interior femenina en la majestuosa sala de la cúpula central del MNAC (Museu Nacional d’Art de Catalunya).
Éste, el llamado Palacio Nacional, se construyó para la Exposición Internacional de 1929 y la rapidez de la misma así como la modestia de los materiales, explican porqué el edificio fue acusando deficiencias en cuanto a consistencia a lo largo de los años, las cuales pudimos apreciar y padecer durante los días que estuvimos trabajando en su interior. Aunque quizás, bien pensado, el deterioro en que se encontraba (1988) fuese el motivo por el cual me concedieran la autorización para trabajar, única y exclusivamente, en la sala de la cúpula central, puesto que a pesar de los cristales rotos por donde entraban la palomas y el frio, era uno de los espacios que soportaba con mayor dignidad los potentes focos que en varias ocasiones dejaron a oscuras a todo el edificio. Limpiamos a fondo todas las partes de la sala que salían en el original fotográfico; ahuyentábamos a las palomas que se posaban en cualquier rincón inclusive la mesa donde estaba el catering; las estufas alquiladas, efectivas para las tomas cortas, eran, sin embargo, como una gota de agua en el océano en las tomas amplias; el diferencial saltaba, si los focos permanecían más de 15 minutos conectados… y podría seguir explicando algunos que otros incidentes que solventamos oportunamente y que en nada influenciaron en el ánimo de todo equipo.
Para iluminar cuidadosamente el gran espacio y la ropa interior que vestia la modelo tuve que ajustar meticulosamente las temperaturas de color que me daba la luz natural del MNAC y los diferentes equipos de iluminación.
La propia luz natural, fría y tenue, del espacio la apoyé con luz continua de spots fresnel y varias antorchas de flash Broncolor filtradas que tenía que ajustar a cada toma con el termo-colorímetro. Trabajé con diapositiva Ektachrome 100, cámara Hasselblad 500c con varias ópticas, cuidando el uso del gran angular y el punto de vista, para captar el espacio evitando las deformaciones propias de la óptica.
Superé con creces los objetivos impuestos por la agencia de publicidad y su plena satisfacción, respecto a los originales fotográficos obtenidos, se manifestó en forma de una larga y fructífera colaboración por varios años, durante los cuales debo decir que gracias a ese excelente entendimiento creamos novedosos looks en el mundo del underwear femenino.