dimecres, 20 de juny del 2018

La disparé hace 10.605 días


No hay mejor alternativa para conocer a alguien que sacarlo de su zona de confort. Y esta afirmación es valida para aplicar a cualquiera, pero muy especialmente a los clientes. Por eso creo que una buena planificación en las sesiones fotográfica por parte del fotógrafo es el mejor antídoto para aportar a la situación seguridad, confort…, ya que si contrarrestamos los temores que suelen ceñirse sobre el cliente, todo será más fácilmente ejecutable. 

La disparé hace 10.605 días y ella fue una de esas imágenes que en el momento de dispararla sabes que estás acertando y que, ella, será una de las protagonistas de la campaña publicitaria de Little Kiss. Había trabajo para el cliente infinidad de veces, pero nunca en exteriores, y aunque –el director creativo y yo mismo- intentamos convencerle de que dado el volumen de originales que debíamos realizar no era lo más idóneo, él no atendió razones. Aceptada la firme e irrevocable decisión del cliente nos centramos en preparar un buen plan de trabajo para que el amplio catalogo no resultara monótono y tuviéramos suficientes localizaciones para ubicar cada una de las líneas de la colección. 
Dado que el tema presupuesto en principio, y siempre dentro de lo razonable, no era problema, estructuramos la sesiones fotográficas en formato “ruta”, creando una –ruta de seis días por las playas valencianas- que abarcaba desde El Saler hasta Denia sin olvidarnos del parque de la Albufera. 
Las pautas básicas de la “ruta” eran: cada día una localización distinta procurando que en la misma estuviera el hotel y que las instalaciones de éste fueran utilizables para la toma de algunos originales, así como que, también, pudiéramos trabajar en sus alrededores, ya que eso nos permitía no malgastar tiempo en desplazamientos. Un vehículo para el equipo del fotógrafo: modelos, asistente, maquillador-peluquero, estilista, jefa producción y un servidor; una furgoneta para la colección de baño más accesorios y otro vehículo para el cliente y sus colaboradores. 
Como os habréis percatado la mayor parte de responsabilidad recayó en Teresa, jefa de producción, que junto con un responsable de la empresa valenciana organizaron la “ruta”. Hace muchos años, éramos un equipo de profesionales jóvenes acostumbrados a superar situaciones límite, y puedo aseguraros que en los seis días de trabajo en que permanecimos juntos “full time” hubo momentos muy complicados, pero también tuvimos tiempo para la risa, el divertimento, la buena comida, etcétera. 

Conociendo al cliente como lo conocía no me arriesgué a trabajar única y exclusivamente con la luz natural e incorporé a mi equipo, propio de unas sesiones exteriores, uno de flashes para poder equilibrar los cambios de luz que se suceden a lo largo del dia. 
En la realización de los originales fotográficos para un catalogo de baño es muy importante mantener los colores de éstos, tarea nada fácil, ya que los diseñadores suelen trabajar con una amplia gama de matices, incluyendo en la colección tonos: suaves, ácidos, intensos, ópticos… por eso y para no encontrarme con una diversidad de luces opté por trabajar a contraluz y cuando lo requeria apoyaba con un disparo de flash Broncolor. Trabajé con Hasselblad y chasis 120 de 4x6 cm. Como los encuadres eran muy cerrados trabajar con 4x6 cm. me permitía disponer de más disparos por rollo de transparencia Ektachrome 100 y así poder adjudicar a cada original un rollo, hecho que nos facilitaba el control del material destinado a cada uno de los originales y la selección de los mismos en el momento de hacer los correspondientes test de revelado. 

Nos bronceamos en exceso todos -inclusive las modelos- a pesar de la crema solar ultra protectora que nos aplicábamos mutuamente por las largas horas a pleno sol; practicamos más ingles en los hoteles de la costa valenciana que en New York; tuvimos que lidiar en alemán en algun que otro hotel, ya que al no ser temporada alta la gran mayoría estaban cerrados, pero también disfrutamos del excelente trato que nos ofrecieron en el parador de El Saler.