Para un fotógrafo sobrevivir en el mundo de la publicidad no es sencillo, pero dudo que haya un mundo donde a un profesional le sea fácil desenvolverse. Hay que ser bueno y es imprescindible rodearse de buenos colaboradores, ya que los traidores, tránsfugas, envidiosos… sin buscar, los encontrarás.
La disparé hace 11.180 días y ella con otros dos originales fotográficos más, fueron las imágenes de la campaña publicitaria para DUOMO creada por Bassat Ogilvy And Mather Barcelona una de las agencias más poderosas y decisivas en aquella Barcelona pre olímpica.
Sus equipos creativos eran prepotentes, muy exigentes y duros, pero me gustaba trabajar con ellos, ya que eran concretos y precisos en sus encargos, aptitudes que se agradecen pues en el mundo de la publicidad, en general, les gusta moverse más en el terreno de lo ambiguo.
La campaña tenía dos objetivos y ambos debían comunicarse en una sola imagen. El primero de ellos era - aunque ahora pueda parecer surrealista, no podemos olvidar que a finales de los ochenta no existía el GPS a nivel popular- informar al comprador en que calle de la ciudad de Barcelona estaba la tienda DUOMO. Y el segundo era decirles que en ella encontrarían todos los artículos necesarios y precisos para vestir a hombres, mujeres y niños.
El director creativo de la campaña era Carles Graells. Le conocía de anteriores trabajos y sabía que odiaba las complicaciones y los problemas o sea que me centre en presentarle un excelente casting, ya que sabía que éste (el casting) era una parte importante del éxito de las sesiones fotográficas. Los modelos fueron aceptados por unanimidad por los equipos creativos y ejecutivos que gestionaban la cuenta del cliente DUOMO. Con los modelos aceptados y el presupuesto aprobado, Teresa, directora de producción, se dedico a coordinar al equipo de colaboradores y yo me centré en analizar y estudiar el acting que quería que realizaran los modelos: Antonio Moreno, Debbie Faby y Marian Aguilera, pues como había trabajado con todos ellos anteriormente, sabía que podía exigirles y que me ofrecerían con toda seguridad.
En el briefing de la campaña, los modelos debían tomar unas determinadas acciones de movimiento para que se pudiesen posicionar señalando, sobre un mapa callejero de Barcelona, la situación de la calle Viada. La incorporación de las figuras debían tener impacto, pero no ser determinantes en el concepto moda del vestir, por ello tuve que buscar un tipo de iluminación que destacara más el rostro y el género de cada modelo que su vestimenta.
Opté por disparar en blanco y negro muy contrastado con lo que la vestimenta pasaba a un segundo plano, aproveché que el modelo Antonio Moreno era bailarín, para que ilustrara a los demás modelos de cómo adoptar una posición de cuerpo, un tanto complicada, con ayuda de algunos cajones de cámara. Una vez obtenidas las imágenes originales, las traté con un proceso lith en el que se eliminaban los tonos grises intermedios, destacándose las altas luces, caras y volúmenes de los cuerpos masculino, femenino e infantil que eran las especialidades en moda de la tienda.
Una sesión fotográfica donde la precisión del movimiento y posición de uno de los brazos con el dedo índice señalando al aire era un poco especial, pero la visión de conjunto fue el resultado de una muy buena campaña de opis por toda Barcelona.