Siguen luchado para igualar derechos y oportunidades, en los papeles todo parece estar más equitativo, pero la realidad está lejos de la legalidad, y la publicidad que nos aborda desde los escaparates, vitrinas… es prueba de ello. Deseo poder tomar algún día una instantánea en que un apuesto “lord” me ofrezca una deliciosa taza de té. Quizás en este siglo XXI lograremos salirnos de los estereotipos tan arraigados en nuestra sociedad.