Al alba, con los cielos rosados muy temprano a punta de sol, en el coto se rompe la madrugada por un disparo que inaugura la temporada de caza otoñal.
Según el filósofo español José Ortega y Gasset, "La caza es todo lo que se hace antes y después de la muerte del animal. La muerte es imprescindible para que exista la cacería".
Dentro de la caza existe una gran variedad de modalidades, según las especies que se cacen y según el modo en que esto se haga. Así, podemos diferenciar principalmente entre caza menor y caza mayor, siendo la menor la destinada a la caza de animales tales como zorros, conejos, liebres, perdices, palomas, codornices, faisanes, becadas, patos… Y la mayor es aquélla en que las piezas a abatir son jabalíes, ciervos ( o venados ), lobos, corzos, gamos, muflones, rebecos, cabras montesas y otros animales de mayor tamaño.
Para el ejercicio de la caza, el hombre se ha servido, y lo sigue haciendo, de otros animales: perros, hurón y aves rapaces ( cetrería ). El uso de perros es necesario prácticamente en todas las modalidades de caza, tanto menor como mayor.
El origen de la caza es casi tan antiguo como la existencia del hombre. Se estima que mas del 80% de los grupos humanos en la actualidad son herederos de este modo de producción basado en el desarrollo de incipientes tecnologías y técnicas primitivas de recolección, cacería y pesca.