La progresiva mecanización del campo fue apartando de uso
a los carros de tiro animal que los ibas encontrando solitarios y abandonados,
rellenando espacios y pequeños soportales en casas de campo y pueblos medio
desérticos por la creciente emigración rural a las grandes ciudades. No me
importaba en que condiciones se encontrará el carro, yo los seguía fotografiando
para mi serie que –por puro azar- empecé en Verdú.