Dejamos Zaire de noche, con Goma iluminada por pequeñas luces flamígenas procedentes del volcán Nyragongo de 3.470 metros y entramos a Ruanda por Giseny, que es una ciudad pegada a Goma y separada por una frontera administrativa, Ruanda es bastante montañosa, con colinas suaves y un paisaje más que verde.
Bordeando el lago Kivu nos dirigimos a Kibuye. Realizamos el itinerario bajo una fuerte lluvia de la cual los nativos se protegían de mil formas distintas: paneles de hierbas en la cabeza, hojas de banano, paraguas fabricados en china... La lluvia cerca del ecuador es intensa cuando cae, breve en su duración y constante en su aparición diaria con lo que fue una compañera de viaje inseparable.