En 1974 eran muy pocos los que ascendían a la montaña y realmente suponía una pequeña aventura psi la contrastamos con las miles personas por temporada que hacen cima hoy en día, ayudados y conducidos por las agencias de viajes.
No he vuelto a subir al Kilimanjaro, ya que no quiero que las sensaciones que tuve el privilegio de experimentar sean borradas por otras nuevas, y prefiero retener en mi memoria lo que supuso para mi aquella expedición.
Algunos compañeros si que han regresado con la familia y me han confirmado que los glaciares del cráter han disminuido mucho su volumen y dimensión.
En el momento de realizar el video que ilustra este flashback he podido constatar que pasadas cuatro décadas en mi archivo se ha volatilizado parte del material (tanto filmado como fotografiado) que retengo en mi memoria, imágenes, tomas… que siguen vivas en ella, pero que no puedo mostrar. Y de nuevo surge ante mi, un dilema que los fotógrafos arrastramos desde hace tiempo, la poca o escasa atención que dedicamos a preservar nuestro archivo, olvidando con demasiada facilidad que el trabajo del fotógrafo no consiste tan sólo en la captura de imágenes, sino que también es importante clasificarlas, documentarlas y resguardarlas para un “cierto futuro”, si cabe.
Con el material disponible he afrontado la realización de este video, sin otro objetivo que compartirlo con todos vosotros, y que en su día constató el récord mundial de altura en moto. El paso del tiempo ha dejado huella por sus muchas proyecciones por todo el mundo en el material filmado y debo decir que, aunque preferiría disponer de él en mejores condiciones, también me ayuda a situar, el video, en que época obtuve las imágenes y el tipo de material utilizado para rodarlo. Filmación realizada con una Paillard Bolex a cuerda de 16mm. y positivo directo Gevachrome, la imagen fija realizada con cámaras Nikon FTN y Nikormat de 35mm. Mamiya C33 de 6x6 con transparencias Peruchrome y Agfachrome. Una cámara Polaroid B/N me facilitaba enviar imágenes para prensa.
Miembros de la expedición en moto Igualada-Kilimanjaro: Josep M. Lladó, Josep Bou, Julius Bernaus, Santi Godó, Jaume Travesset, Jaume LLansana y Josep M. Casas.