dimecres, 10 d’abril del 2019

La disparé hace 9.855 días


Debo confesar que –al igual que muchos de mis compañeros de profesión- he tenido que enfrentarme a mil y un problemas a lo largo de mi carrera profesional, pero dudo que a alguno de ellos se le haya presentado el modelo con la cara totalmente quemada por haber pasado unas fantásticas vacaciones esquiando en Gstaad


La disparé hace 9.855 días y ella fue la imagen femenina de la campaña publicitaria de Lunettes Paco Rabanne.  En mi primera reunión con el director creativo Santi Anglada de la agencia ABM de Barcelona éste me explicó que el eslogan de la campaña era CONDENADAMENTE GUAPA. Que él se había inspirado en las fotografías que toman a los detenidos en las dependencias policiales. Que la central francesa de Paco Rabanne aprobaba el eslogan, pero que no quería ver en su campaña a una mujer sin clase ni estatus, pero si a una mujer poderosa, potente, segura de si misma y libre de decidir por si sola. 

Tras un buen análisis le propuse eliminar aquellos aspectos más característicos y delatores (de las fotos de las fichas policiales) y quedarnos con aquellos que nos favorecían a nosotros como: fotografías en blanco y negro; fotografiar a la modelo sosteniendo un cartel con un número en la mano y hacer una fotografia de perfil y otra de frente, en vez de una sola como ellos proponían. Aprobada mi propuesta, Teresa y yo, nos centramos en la preparación del casting; reservar a los profesionales ( peluquero, maquillador, estilista, asistente fotográfico…) que queríamos en el equipo de colaboradores y, evidentemente, el presupuesto. 

Aunque solíamos presentar varios modelos a los clientes, también debo decir que, siempre, apostábamos y defendíamos a –capa y espada- a nuestros favoritos y quizás no este bien decirlo, pero pocas veces no equivocamos. En esta ocasión apostamos por Joanne Westin para la campaña femenina y Albert Delegué para la masculina. Con los modelos aprobados y los presupuesto, ya solo nos queda encajar agendas y fijar la fecha de la sesiones fotográficas. Estamos en abril, a pocos días de las vacaciones de Semana Santa y fue imposible encontrar billetes de avión para que viajaran los modelos con lo que decidimos trabajar justo después de ellas. 

Trabajé en mi estudio de la Gran Via de Barcelona con el equipo de colaboradores habituales. Iluminé con un sólo punto de luz directo y matizado con un paraguas Broncolor metálico Jumbo, para suavizar las sombras y mantener los brillos en ojos, pelo y complementos. Vestimos a Joanne totalmente de azul marino oscuro con guantes negros largos hasta el codo para centrar la atención en la mirada. Teníamos programada las sesiones fotográficas con los modelos: masculino y femenino en un mismo dia, pero el modelo Albert Delegué –un top de la época- se presento con la cara totalmente quemada por el reflejo de la nieve al esquiar en Gstaad durante la vacaciones de Semana Santa. Su piel se desprendía a trozos y todos los esfuerzos por parte del maquillador Lluís Coca, incluyendo un peeling de emergencia fueron infructuosos teniendo que posponer la sesión para unos días más tarde. 

Mientras yo y el equipo nos centramos en la realización de la sesión fotográfica con Joanne, Teresa se dedico a negociar con la agencia del modelo Albert Delegué, la programación de una nueva fecha para la sesión con él y firmar el acuerdo en que ellos (la agencia de modelos) asumían la totalidad de los costes, ya que la negligencia era tan evidente que no había nada a discutir y negociar. Unos días más tarde realizamos la sesión con Albert sin ningun problema. Él era un muy buen modelo, aunque puede que su enorme parecido con Paul Newman que le proporciono notoriedad y fama le superara y lo arrastrara a entornos difíciles de controlar. Debo decir que se excuso educadamente y lamento los problemas que nos había causado su imprudencia, pero parte de la magia que irradiaba como modelo creo que estaba en la despreocupación e intensidad en la que vivia. 
A veces las sesiones más simples se pueden tornar en una especie de aventura sorpresa que ni tan sólo la profesionalidad puede salvar los imprevistos. 

Dos hojas de contactos correspondientes a la sesiones “Lunettes Paco Rabanne”