dilluns, 1 de febrer del 2010

Flashback 26


Cámara nueva, nuevo retrato. Supongo que el autorretrato es como la presentación entre fotógrafo y cámara; un momento en el cual ambos deciden conocerse mutuamente; compartir experiencias; analizar todo aquello que juntos alcanzarán y empezar a soñar con las futuras imágenes que crearán si establecen complicidades y construyen sinergias.
Adquirir la Mamiya C33 de dos muy buenos objetivos intercambiables, posibilidades de macro con una gran extensión de fuelle y corrección de paralaje suposo un gran esfuerzo, pero fue una cámara de estudio de la que estoy muy orgulloso, puesto que me permitió introducirme en el mundo profesional y con la que también podía hacer reproducciones lith para diseñadores gráficos. En el campo de investigación fotográfica me permitía cargar el obturador sin pasar la película y hacer varias exposiciones en una misma diapositiva. Reconozco que era una cámara pesada, pero con ella viajé, aprendí y disfruté mucho.