dimecres, 21 d’octubre del 2020

La disparé hace 11.110 días

 

Como me gusta enormemente experimentar nunca me he especializado en ninguna línea fotográfica y/o materia, pero durante años fui considerado un especialista en la realización de campañas publicitarias donde la moda intima de la mujer: lencería, corsetería, medias… eran las protagonistas. Trabajé para las más prestigiosas agencias de publicidad, però también colaboré directamente con los departamentos publicitarios y de diseño de las empresas. 

La disparé hace 11.110 días y ella fue la protagonista principal de la campaña publicitaria de corsetería PACO RABANNE, marca, fabricada y comercializada por la empresa catalana constituida en 1951 Manent Casanovas, S.A. especializada en moda intima femenina. 
 
Los primeros años de los noventa fueron años de casí sesión diaria y a veces se hace muy difícil recordar con que equipo de los colaboradores que solía trabajar me acompañó. Esta sesión fotográfica es una de aquellas en que las anotaciones en la agenda no son muy precisas y ante la duda, prefiero no dar la autoria de ninguno. 
 
Hacia años que fotografiaba las campañas de JANIRA, la marca, propia de Manent Casanovas y cuando me hablaron que hacer, también, la de PACO RABANNE les propuse dar a la sesión fotográfica un enfoque nuevo, diferente… a lo realizado con anterioridad. Puede parecer una tontería, pero era muy importante que todos –cliente, fotógrafo y equipo de colaboradores- nos concienciáramos que aunque fuésemos los mismos estábamos trabajando para una línea nueva o sea que debíamos olvidar los posibles tópicos adquiridos, puede que involuntariamente. 
Conocía al cliente y sabía que no podia alejarme excesivamente de sus gustos y presupuestos, por eso para esta primera campaña me centre básicamente en la luz y, sin exagerar, en el look de la modelo. 
 
La colección era de lycra negra con blondas espectaculares, por ello decidí trabajar con luz continua de Spot Fresnel, que me permitía destacar los brillos en la lycra negra y, por su dureza, resaltar el blanco de la piel y la cara, que mandé maquillar más fuerte para que el rostro no perdiese los rasgos característicos al forzar la intensidad lumínica. El resto de valores de luz y sombras lo obtuve interponiendo a la proyección del Spot diversos elementos que atenuaban la dureza de la luz y los iba moviendo, en función de la posición de la modelo y el tipo de prenda que fotografiaba. Trabajar en blanco y negro siempre me ha gustado, no por nostalgia del pasado sino por que supone un reto la modulación de tonos en la fotografía.