dimecres, 28 de maig del 2014
PHOTOESPAÑA 2014
dilluns, 26 de maig del 2014
Flashback 241 - Egipto
Después de viajar por desierto a lo largo de las últimas semana la megalópolis de El Cairo debo decir que en determinados momentos se nos presentó realmente abrumadora. Tuvimos que pasar varios días en ella para reponer fondos y así poder llegar hasta Alejandría, donde embarcaríamos hasta Venecia. Nos instalamos en una pensión de la plaza Tahrir que nos recomendó, por precio y situación, un solitario viajero americano que hizo parte de su viaje por Sudán con nosotros y practicamos un poco de turismo.
Nuestro paso por Egipto tubo lugar después de la derrota de su ejercito en la guerra del Sinaí contra Israel. A pesar del tiempo transcurrido el país estaba alterado y el centro de la ciudad estaba tomado prácticamente por los manifestantes y militares.
Obviamos el clima y ambiente que se respira en partes de la ciudad y decidimos visitar la mezquita de al-Azhar dominando la ciudad vieja y casí llegamos a acostumbrarnos a las voces de los almuaicines, que desde los numerosos minaretes esparcidos por el Cairo llaman a su feligreses a la oración dotando la atmosfera de la ciudad de un toque muy especial. Nos pasamos por El Museo Egipcio, cuya entrada pagamos con carnet de estudiante, donde disfrutamos de los preciosos objetos expuestos. La máscara de Tutankamon me fascinó tanto como las esculturas de escribas y dignatarios en barro o madera policromada. Debo decir que en aquella época, el Museo, parecía más un almacén, pero el tiempo que le dedicamos fue plenamente satisfactorio, ya que las piezas era magnificas.
Nos quedamos muy sorprendidos de la escasa afluencia de turistas durante la visita a las pirámides de Keops, Kefren, Mikerinos y la Gran Esfinge, donde andamos libremente por todas partes: accedimos a la cámara mortuoria de Keops por el empinado y estrecho pasadizo de paredes rezumantes de sudor condensado; escalamos los grandes bloques de la pirámide y alquilamos unos camellos con los que hacíamos carreras mientras sus cuidadores no seguían corriendo y gritando tras nosotros.
Nuestra estancia en El Cairo se terminó con la llegada de los fondos y al fin nos libramos del restaurante en el que comíamos por 0,018 €, pero de lo que no nos libramos fue de empujar el Land Rover por las calles de la ciudad, ya que éste solia pararse muy a menudo y la única alternativa era empujarlo hasta que arrancaba. No recuerdo las veces que tuvimos que hacerlo, pero así fue como abandonamos El Cairo y tomamos dirección Alejandría.
divendres, 23 de maig del 2014
REVELA’T. El Festival de Fotografía Analógica
dimecres, 21 de maig del 2014
Disponible el quinto libro de la colección PassFOTO 13x18 “Viatge a la Conca de Barberà 5”
dilluns, 19 de maig del 2014
Flashback 240 - Egipto
Entramos en Egipto por Aswan y una de las primeras imágenes que nos ofreció el país fueron las lentas y ceremoniosas falúas que surcaban el Nilo a vela entre los pocos y viejos cruceros turísticos con nombres de faraones pintados en sus oxidados cascos. Para circular por Egipto tuvimos que matricular el Land Rover con placas en números árabes. Resuelto el trámite tomamos la ruta que va paralela al Nilo en todo su recorrido hasta El Cairo.
Durante el trayecto observamos como extraían agua para riego con tornos de Arquímedes apoyados en las orillas e inclinados 30º, llenando las acequias de los campos donde cultivaban todo tipo de verduras y hortalizas; a los cortadores de caña de azúcar... pero creo que lo más sorprende (si exceptuamos los templos) fueron los columbarios de varios pisos de altura que nos acompañaron a lo largo del trayecto. Teníamos prisa para llegar a casa, los bolsillos estaban vacíos, el material fotográfico y cinematográfico disponible era escasísimo, el Land Rover pedía a gritos un descanso al igual que el equipo expedicionario que quedábamos y, seguramente, eso hizo que renunciáramos a visitar con la atención que se merecían varios de los magníficos templos y tumbas con que las nos íbamos encontrando por el camino, pues sólo visitamos alguno de los que estaba a pie de ruta, aunque no fueran los más importantes.
divendres, 16 de maig del 2014
La disparé hace 8.240 días
dilluns, 12 de maig del 2014
Un clásico de Passanant FOTO, la fotografía de los asistentes y ponentes
Josep Bou
Director - Creador de Passanant FOTO
dimarts, 6 de maig del 2014
Flashback 239 - Sudan
Llegamos a Khartoum al anochecer y la gran cantidad de casas flotantes que circundaban las orillas de la confluencia del Nilo Azul con el Nilo Blanco, no dejó de sorprenderme. Como el Land Rover estaba herido de muerte alquilamos una plataforma en el tren semanal que nos llevaría a través del desierto de Nubia hasta Wadi Halfa y dado que nuestra situación económica era catastrófica sacamos billetes de 4ª clase que daba acceso a viajar en el techo de los vagones o colgado en los estribos de éstos.
Nos cargaron el Land Rover, mediante una pesada y antigua grua, a la plataforma alquilada y añadieron ésta a los quince vagones del convoy ferroviario. Nada más terminar de instalarnos en la plataforma nosotros y el Land Rover ésta fue tomada por un número considerable de personas que con sus cabras, monos… y todo tipo de bultos y enseres no dejaron ni un rincón libre. En Atbara el tren se vació de personas, cambió la locomotora diesel por una de carbón y a partir de entonces hacía paradas, aleatorias, en medio de la nada para: la hora de la oración, aliviar necesidades fisiológicas, abastecerse en mercados que nacían en plena noche y alumbrados por la luz de los petromax… y cargar agua para la locomotora.
Un fuerte pitido anunciaba el fin de la parada y acto seguido reemprendía la marcha y si no subías rápido… allí te quedabas una semana entera hasta que pasaba el próximo tren. En ningún momento vi un revisor que controlase el pasaje de lo que deduje que los sudanés eran muy legales o que ante la imposibilidad de controlar tal cantidad de viajeros, la compañía aceptaba el porcentaje de los “sans ticket” que viajaban en el tren.
Los cinco expedicionarios esperamos la llegada del “bac” instalados en una especie de cobertizo sin puertas y zarandeado por el viento e intentado soportar las frías noches. Nosotros solo disponíamos de alimentos liofilizados, mermelada y una botella de Jonny Walker -regalo unos suizos en Tanzania- por lo que aceptábamos encantados la invitación a comer de la olla comunitaria de judías pintas con pan de pita que nos hacía la policia.
Para poder introducir -no cargar- el Land Rover en el “bac”, de dos pisos, tuvimos que desmontar la baca del techo y deshinchar los neumáticos. Y reconozco que, dado lo complicado y aparatosos de la operación, en alguno momento dude de su éxito, pero finalmente logramos introducir el maltrecho Land Rover y abandonamos Wadi Halfa.
La travesía por el lago Naser duró más de veinticuatro horas y para poder comer cambiamos un casette de Serrat y parte del Jonny Walker que quedaba con los cocineros del “bac”, incluyendo en el trato poder fumar del “narguile” comunitario que tenían en la cocina.
Las orillas del lago Naser ofrecen unos paisajes muy sugerentes y difíciles de olvidar. Ver passar lentamente ante tus ojos las dunas de arena con algunos árboles que se resisten al desierto de Nubia, percibir la lentitud, observar el recién rescatado templo de Abu Simbel fueron momentos realmente especiales.