dijous, 28 de juny del 2012
Paco Elvira responde a Josep Bou
dimecres, 27 de juny del 2012
No creas siempre lo que te cuenten algunos
dimarts, 26 de juny del 2012
Piensa lo que quieras, pero no hables
dilluns, 25 de juny del 2012
Flashback 151 - Senegal
Estábamos a principio de la estación de lluvias y a medida que avanzábamos por Senegal éstas nos visitaban a diario y con mayor intensidad e insistencia. Queríamos llegar lo antes posible a Kayes en Mali, ya que en Goudiry existía la posibilidad de que nos quedáramos bloqueados por la copiosa lluvia que iba en aumento, así que apurábamos hasta las últimas hora del día para seguir avanzando, en los diferentes asentamientos que íbamos cruzando se veían pequeñas hogueras donde se reunían los habitantes para preparar su cena y calentarse, era justo la hora bruja de la luz solar, ésta que dura sólo unos minutos justo antes de caer la noche, que en los trópicos viene temprana.
Tambacounda la localidad más importante al este de Senegal es un cruce de caminos que conectan el país con sus vecinos, y donde un de ellos te conduce al Parque Nacional de Niokolo-Kola, más al sur se entra de lleno en territorio de los Basari y los Bedi alejados de todo. Llegamos a Tambacounda, una de las últimas etapas senegalesas, de noche y la misma pista por donde circulábamos nos llevó directamente a la estación de ferrocarril. Allí encontramos, sentado como si hubiéramos concertado una cita, a Elías que se presentó a nosotros como locutor de Radio Tamba, él se convirtió en nuestro guia y mentor, no separándose de nosotros hasta que abandonamos la población. El jefe de la estación, al que nos presentó Elías, nos informó de que la pista hacía Mali estaba cortada por la caída del puente en Goudiry y que nuestra única alternativa era el tren, indicándonos que nos alojaría en la misma estación que también actuaba de hotel y que al día siguiente ya hablaríamos.
Decidimos reservar una plataforma para situar el Land Rover y las motos en el tren que en principio salía aquel mismo día, pero un pequeño retraso de unas horas se convirtió en sietes lluviosos días de espera en la estación ferroviaria. Finalmente cargamos y partimos; como nuestro pasaje nos lo permitía viajamos en la misma plataforma de mercancías durante todo el trayecto; al llegar la noche nos atábamos a la plataforma para poder dormir tranquilamente sin miedo a caernos con los traqueteos del lento tren.
El tren solía hacer pequeñas o largas paradas en núcleos de población, donde ni siquiera había estación quedando muy elevado del suelo llano, los lugareños acudían con tambores, antorchas y petromax a curiosear. En todas ellas, si era de noche, se organizaba un gran alboroto, ya que pensaban que “nosotros metidos dentro de los sacos de dormir y atados” éramos cadáveres que transportaba el tren y, claro, no esperaban que se movieran ni se levantasen unas soñolientas cabezas, para atisbar toda aquella improvisada movida nocturna en medio de la nada.
dijous, 21 de juny del 2012
JOSEP BOU. Novedades en la web
dimecres, 20 de juny del 2012
Claude Nori en la Galería Valid Foto Barcelona
dimarts, 19 de juny del 2012
Va de sentidos
Algunos momentos del taller “La luz y la fotografía” que impartí en Lleida
dilluns, 18 de juny del 2012
Flashback 150 - Senegal
En el África sud sahariana la climatologia se divide en la estación seca y la de lluvia. Cuando te toca circular en la estación lluviosa todo es incierto: las rutas, los horarios… el barro y una humedad penetrante confiere un olor muy particular a las zonas con abundante vegetación. Sigo viendo (un clásico en África) a los pequeños grupos de mujeres que se desplazan por el margen de la carretera cargadas con grandes cubos de zinc sobre la cabeza con la ropa de la colada o con la clásica palangana esmaltada, hatillos de leña… soportando sus cabezas y cervicales cargas de peso y volumen muy considerable, y mayormente con sus bebes a la espalda. Nunca o casí nunca vi a un hombre cargado, siempre eran las mujeres las que lo hacían lloviendo o bajo un ardiente sol.
En el trópico tienen una forma especial de afrontar las lluvia –cuando llueve lo hace de verdad, cayendo mucha agua, nada de chirimiri- si te pilla a cubierto o en algun tipo de refugio con techado de paja –que puedes encontrar en determinados puntos de la ruta a modo de parada de autobús o taxi brousse - esperas a que pase la tormenta o te aguantas bajo ella, ya que normalmente después de los cumulunimbus sale un radiante sol que te seca la ropa, mas el barro que cubre las pistas y caminos por los que suele circular el agua caída de forma abundante hasta que el suelo es capaz de absorberla, puede ser una pesadilla para la conducción.
Circular en moto en estas condiciones pone a prueba al piloto, ya que éste debe buscar la zona de la pista más favorable para la conducción, y esperar a que el sol y el viento seque su ropa y lo libere de la sensación de frio que la humedad junto con el aire provocado por la conducción le provocan.
dimarts, 12 de juny del 2012
UNA SEGUNDA VISIÓN DE LA EXPOSICIÓN “CATALUNYA VISIÓ”
dilluns, 11 de juny del 2012
Flashback 149 - Senegal
El baobab es el árbol simbólico de Senegal, acostumbra a vivir en zonas pre desérticas con densidad muy baja de vegetación y subsistiendo con muy poca agua. Tiene una forma como si las raíces estuvieran al aire y acostumbra a ser hogar de aves de presa, ya que es una perfecta atalaya en una superficie llana donde acostumbran a crecer.
Su madera no tiene ningún uso como tal, puesto que es leñosa y arde mal, la cultura popular dice “nadie hará nunca una puerta con un baobab”, con lo cual su utilidad se centra en las hojas y sus frutos de forma lacrimosa que consumen como verduras y por sus propiedades medicinales que al igual que de su corteza extraen elementos con principios activos para remedios locales, yo diria que es un árbol farmacia. Este árbol casi siempre solitario muy alejado de formar bosques no dejó de sorprenderme durante el trayecto por territorio senegalés.
A medida que íbamos avanzando hacía el sur la abundante pluviosidad se manifestaba plenamente en el paisaje. Cuanto más al interior viajábamos las construcciones de los poblados eran eminentemente paillotes construidas con un elaborado tejido de cañas muy denso, las paredes de barro y un techado de paja. La forma redondeada de los habitáculos se alterna con las cuadradas. Las paillotes de los poblados conviven codo a codo con los huertos, graneros, plantaciones de maíz y mijo entre grandes árboles y termiteros que con calculado desorden confieren a cada uno de ellos una peculiar característica de urbanismo rural.
dissabte, 9 de juny del 2012
SEGUNDO de CHOMÓN & MARC PARROT
dimecres, 6 de juny del 2012
PHOTOESPAÑA 2012
dimarts, 5 de juny del 2012
BERT STERN
dilluns, 4 de juny del 2012
Flashback 148 - Senegal
La bonanza climatológica del trópico y la humedad del ambiente proporcionada por la cercanía del Atlántico, a medida que íbamos avanzando hacía el sur, se manifestaba en el territorio por la abundante pluviosidad y una gran variedad de frutas que se encontraban en plena naturaleza y en los mercados: mangos, papayas, pomme d’Acajou, bayas, mandioca… y un sinfín de productos cuyos nombres autóctonos con el tiempo se borran de la memoria, pero que nos acompañaron y aportaron importantes dosis de vitamina C y minerales durante la ruta.
Muchas de esas frutas me eran desconocidas por lo que decidí probarlas para establecer prioridades en el momento de su compra; también descubrimos que la cerveza local era suave, sin tanto alcohol y que normalmente se expende en botellas de 500cc. La cerveza era una de las bebidas que procurábamos incluir en nuestra dieta ya que su aportación de sales ayuda al organismo en zonas de elevada temperatura y que el cuerpo elimina por la abundante sudoración.
La cocina local acostumbra a ser muy especiada y el “poulet bicyclet” de esmirriados pollos que andan a sus anchas por los poblados y corren como demonios, es uno de los platos más comunes preparado de mil maneras, y que todas ellas, en general por ser muy especiadas te invitan a beber mucho, y por cierto es una característica común en los países cálidos.
El plato nacional de Senegal es el tibudien: tibu quiere decir arroz y dien pescado, en la costa se consume fresco y en el interior desecado al sol, éste último desprende un fuerte olor que si no estas acostumbrado casí te tumba… las mujeres al comprarlo, lo huelen uno a uno para escoger los mejores de unos enormes montones; nunca llegaré a saber como pueden distinguir olfativamente el mejor del regular, en unos montones inverosímiles de pescado seco que es transportado, a granel, en las cajas de repletos camiones por todo el país. El tibudien se acompaña con toda clase de verduras y una salsa de perejil, ajo, guindilla y cebolla toda ella muy especiada con todo tipo de especies, podríamos decir que es parecido a un cus-cus marroquí pero que sabe más a paella.