*Cada cuestionario se publica en el idioma que se haya expresado el invitado
Próximo fotógrafo invitado JUAN MANUEL CASTRO PRIETO
Fotografiado por Albert Carreras durante el transcurso de la entrevista
Hace unos días habla sobre el taller que impartió Josep Giribet INICIACIÓN AL VÍDEO CON CÁMARA FOTOGRÁFICA organizado desde Passanant Foto y como con gran maestría introdujo a los asistentes en este mundo de la imagen en movimiento de posibilidades prácticamente ilimitadas.
El pasado viernes 18 de Noviembre en la presentación del libro de entrevistas Cròniques rurals, donde yo soy uno de los entrevistados junto a: Joan Rendé, Carme Ruscalleda, Ponç Pons, Lluís Foix, Araceli Segarra, Armand Puig Tàrrech, Gay Mercader, Joan Margarit, Roger Mas, Perico Pastor, Josep M. Esquirol, Cosima Dannoritzer, Joan Massagué, Sílvia Alcàntara, Ramon Tremosa, Roser Capdevila, Josep Piera, Francesc Colomer y Neus Català, pudimos disfrutar de un excelente video realizado con las fotografías que se habían tomado al mismo tiempo que los protagonistas éramos entrevistados.
De la izquierda a la derecha: Jordi Llavina y Carme Martí autores de las entrevistas; Carles Duarte director y la Sra. Montserrat Carulla presidenta de la Fundación Lluís Carulla; Albert Carreras autor de la fotografías del libro y de la edición del video; yo mismo junto al escritor Joan Rendé.
Video realizado por Albert Carreras partiendo de las fotografías tomadas a los entrevistados
Cròniques rurals es un conjunto de veinte entrevistas a personajes públicos y reconocidos que, de una manera u otra, tienen vinculación con el campo. Desde el mundo de las artes, pintura, escritura, poesia, fotografía, música; el periodismo, la cocina, la política… un amplio abanico de figuras que da testimonio de una relación particular con el entorno rural.
Yo, Josep Bou, soy uno de esos veinte entrevistados, y se me hace un tanto extraño tener en las manos un libro donde parte de mi aportación y participación no sea fotográfica. Se el esfuerzo que supone editar un libro y se cuanto han trabajado Jordi Llavina, Carme Martí y Albert Carreras autores del mismo.
Conocí a Albert Carreras hace años durante la preparación de mi primera exposición “Retrats en família” en el Museu de la Vida Rural de l’Espluga de Francolí, y allí nació una buena amistad que más tarde amplie hacía Lourdes su compañera y que con el paso de los años se ha ido reafirmando, juntos hemos compartido muchos buenos momentos fotográficos, los fotografías que ilustran el libro son autenticas. A Carme Martí la recuerdo, recién estrenada su maternidad, en la primera entrevista que me hizo para un periódico comarcal, toda ella era calidez, sensibilidad, ternura, respeto… por suerte sigue siendo así, un gusto de persona. A Jordi Llavina lo conozco por su obra y espero tener la oportunidad de hacerlo más profundamente en un futuro.
Como podréis imaginaros es un verdadero placer tener a compañeros de la talla de: Joan Rendé, Carme Ruscalleda, Ponç Pons, Lluís Foix, Araceli Segarra, Armand Puig Tàrrech, Gay Mercader, Joan Margarit, Josep Bou, Roger Mas, Perico Pastor, Josep M. Esquirol, Cosima Dannoritzer, Joan Massagué, Sílvia Alcàntara, Ramon Tremosa, Roser Capdevila, Josep Piera, Francesc Colomer y Neus Català. A lo largo de la entrevista cada uno manifiesta la vinculación y / o la influencia que el campo ha ejercido sobre él, y al igual que veinte fotógrafos ven en un mismo espacio veinte imágenes totalmente diferentes, los valores de la vida en el campo también han actuado de manera bien diferente en todos mis compañeros de libro, quizás sea eso que lo hace tan interesante.
Presentación: Museu de la Vida Rural – L’Espluga de Francolí
Viernes, 18 de Noviembre de 2011 a las 19.00 horas.
El libro Còniques rurals es el segundo volumen de la colección MVR de la editorial Barcino
Josep Giribet explicando algunos de los puntos claves e imprescindibles
Los asistentes configurando la cámara para el rodaje HD
Algun momento del rodaje HD en la plaza de Passanant
Lourdes, Albert y Felix descargando los clips de capturados con cámara fotográfica
Josep Giribet explicando como editar con Final Cut y Premier las imágenes capturadas
El grupo al completo
Teresa Jové
Imposible asistir este año a Paris Photo por eso no hablo por mi mismo, sino que de momento lo hago a través de Rosa Olivares de la revista EXIT. Más adelante, después de hablar con Montse Campins, Fernando de Valid Foto, Aleix Plademunt… algunos de los amigos, entre otros, que estos días están en Paris seguro que tendré una visión más amplia sobre la edición de este año.
Más es menos
Una nueva edición de la feria especializada en fotografía Paris Photo demuestra que los viejos axiomas pueden funcionar del derecho y del revés. Esta vez ir a más esta significando ser menos. El cambio de sede desde el Carrousel del Louvre al Grand Palais ha significado el final de una etapa llena de calidad y dedicación a la fotografía más allá del puro y especulativo mercado. La cualidad y la especialización, la atención al detalle se han cambiado por una masificación y vulgaridad que la asemeja a cualquier otra feria de arte, pero no precisamente a las mejores.
El interés por que haya mas galerías ha convertido a la feria en un cajón de sastre que mezcla galerías ciertamente especializadas con otras que son de segundo e incluso de tercer mercado, y todo eso junto a nombres famoso como Gagosian que han echado mano de almacén para sacar alguna foto, eso sí, muy cara que llevar a París, porque París para los americanos siempre ha sido un buen objetivo.
El sentido que pueda tener que Gagosian esté en la feria se nos escapa por completo. Sin embargo las ausencias son más importantes y en eso España puede decirse que ha abandonado Paris Photo casi por completo. De las nueve galerías que llegaron a estar en la feria hace unos pocos años a solamente tres (Max Estrella, Guillermo de Osma y La Fábrica), anulando su asistencia Juana de Aizpuru, uno de los puntales tradicionales de la feria.
En esta edición, la primera en el Grand Palais, el espacio está mal repartido y son demasiado evidentes las contradicciones y los intereses que dominan una feria perdida en el mundo del mercado furioso.
Por una parte la feria apunta, con su nuevo y poco alentador director Julian Friedman, a la especial atención a la foto antigua, con abundancia de foto de prensa, documentalismo y... ¡moda! Glamour y blanco y negro en un año dedicado a África por el anterior equipo director y en el que hay una proliferación de tópicos y exotismos nada atractivo. Mucha atención a las grandes colecciones que ocupan un espacio excesivo en lo que viene siendo una feria, junto a las adquisiciones del ICP, la TATE y el museo de Lausanne.
Curiosamente, y como muestra de otra contradicción, las adquisiciones del ICP alaban el papel y la importancia de las revistas especializadas en fotografía en la evolución y la difusión, en la investigación y valoración de la fotografía, mientras que por otro lado a las revistas especializadas se las arrincona a una especie de cajón de sastre de stand colectivo múltiple donde nadie sabe quién es quién.
En cuanto a las ventas que en ediciones anteriores ya antes de la inauguración corrían de boca en boca, este año parece que entre tanto espacio vacío, tantas galerías con las mismas fotos de los mismos autores (hay hasta tres grandes copias de la misma imagen de Richard Misrach en tres galerías vecinas) se han evaporado.
Una feria no es sólo el espacio, sino la atención al expositor y la calidad de lo expuesto, que no es lo mismo que la fama de la galería. Al parecer ocho días antes de la apertura de Paris Photo los huecos en el plano eran abundantes y se han tenido que llenar de cualquier manera. Eso se nota, como se nota la falta de respeto, una vez más, por los expositores de siempre y por el mundo de la fotografía. Y también se notan demasiado los favores a la editorial Steidel y a Aperture (en general a los americanos, como en la posguerra) socios de la dirección en tantas cosas.
Malos tiempos para el arte, para la fotografía y, desde luego para Paris Photo.
Texto de EXIT Express.com
Concluida la fotointervención TRANSLATICI [5+5] que inicié en 2009 y antes de cerrarla definitivamente me apeteció compartir con todos vosotros mis reflexiones y análisis de cómo me he enriquecido humana y profesionalmente durante su desarrollo y la gran satisfacción que produce saber que los objetivos pautados en su programación se han logrado a lo largo de su trayectoria. Tres años, cuatro fases, un país Cataluña, diversos y múltiples lugares donde realizarla y un único objetivo, hacer de la participación la clave de TRANSLATICI [5+5], y ésta, la participación, ha sido el gran éxito de esta fotointervención, demostrándome una vez más que si el planteamiento y enfoque es acertado en cualquier proyecto la respuesta será óptima.
No culpemos al espectador y / o lector de imágenes por su falta de interés hacia nuestra obra, analicemos si los fotógrafos estamos presentando en nuestras propuestas aquello que la sociedad demanda; aceptemos que necesitamos, los fotógrafos y la fotografía, una renovación de muchos de sus conceptos, y no me estoy refiriendo a las técnicas que nos ofrece el mercado, simples herramientas a nuestro alcance y disponibilidad, estoy hablando de conceptos creativos y estéticos; de lenguajes nuevos e imaginativos que rompan códigos establecidos; de miles de posibilidades tecnológicas que están ahí enfrente, sólo tenemos que interesarnos por ellas e incorporarlas a nuestros códigos de comunicación.
En la fotointervención TRANSLATICI [5+5] involucré a cientos de ciudadanos en una acción participativa como metáfora del gesto altruista por excelencia en su primera fase. Logré que los participantes aguardasen, durante un año en este mundo de vértigo e inmediatez, pacientemente excluidos de la segunda fase: la realización de las fotoesculturas, ( única fase que ejecuto solo ) piezas expositivas tridimensionales donde los elementos férreos y las fotografías se conjuran para dar pie a las piezas que serán expuestas. En la exposición, la tercera fase, transferí a los participantes la sensación simbólica de autoria de una “obra matérica” que entre otras cientos formaban una pieza creativa, única e irrepetible. Compensé a los participantes, intercambiando el instante que éstos me habían cedido para la obtención de las “obras matéricas”, con la donación de una de ellas.
Después de estos tres años metido en TRANSLATICI [5+5] debo decir que me ha permitido experimentar y crecer creativamente en amplios, numerosos y variados aspectos fotográficos, videográficos y de comunicación; lo que imagine al principio para la fotointervención TRANSLATICI [5+5] he podido lograrlo con creces, gracias a la gran acogida que ha tenido por parte del público, y porque en ningún momento dejé que las prácticas habituales y más tradicionales en el mundo fotográfico se impusieran, dejándolo desenvolupar tal como yo lo había visto nacer y evolucionar en mi mente. Una vez más la perseverancia, la lucha, la constancia, la ilusión, una buena planificación, la incondicional ayuda de Teresa y la de todos los espacios que lo han acogido, han hecho posible su realización.
Las fotoesculturas despojadas de las imágenes son el reflejo de que TRANSLATICI [5+5] ha llegada a su fin. En los enlaces a pie de texto podréis ver algunos de su momentos más significativos.
TRANSLATICI [5+5]. Primera fase, obtención de las obras matéricas
TRANSLATICI [5+5].Imágenes exposición y video
TRANSLATICI [5+5]. Cuarta fase, entrega de originales fotográficos
TRANSLATICI [5+5]. Todos los post del blog
Durante el Festival Cos 2011 el CIMIR de Reus acogió la cuarta fase de la fotointervención TRANSLATICI [5+5] que inicié en el año 2009. Esta última fase consiste en regalar a todas las personas que acuden al lugar de la convocatoria y muy especialmente a los participantes en las anteriores fases, un original fotográfico único, firmado y gratuito como muestra de agradecimiento a su generosa y altruista colaboración en este proyecto.
Las personas interesadas en obtener una “obra matérica” pasaron entre el 14 y 23 de Octubre por el Centre de la Imatge Mas Iglesias de Reus donde una fotoescultura móvil, realizada con los originales fotográficos obtenidos a lo largo de la intervención, que ocupaba gran parte del ojo de la escala del centro, les aguardaba. Ellos, los interesados, sólo tuvieron que seleccionar una “obra matérica” de entre todas, descolgarla y llevársela a su casa.