Aires del sur que arranca con fuerza el duende del flamenco. En la imagen sopla lo canalla y el quejio, lo urbano y el tiempo, la soledad que envuelve el entorno en el vuelo de un volante, creando la magia ante un espectador enmarcado en su silla de plástico amarillo. ¡Genial!
Antonio Belmonte
Pintor