A veces añoro lugares como estos, lugares en donde poder ir a leer la caligrafía del polvo y de la nada, donde poder detener la mirada sobre el silencio de las comas emplumadas,
porque solo en ellas se esconden todos los grandes secretos del cielo.
A veces hecho tanto de menos no ser hombre, que me pongo a envidiar las grietas y los huecos,
y acabo echando de mis bolsillos todos mis años y mi pulso.
Nadie nos ha enseñado como poder vivir con el tiempo parado, nadie, y solamente quizás por eso,
que a veces vengamos a aprender cómo se muere, en lugares como estos.
porque solo en ellas se esconden todos los grandes secretos del cielo.
A veces hecho tanto de menos no ser hombre, que me pongo a envidiar las grietas y los huecos,
y acabo echando de mis bolsillos todos mis años y mi pulso.
Nadie nos ha enseñado como poder vivir con el tiempo parado, nadie, y solamente quizás por eso,
que a veces vengamos a aprender cómo se muere, en lugares como estos.
Jordi Bresoli
Poeta