En pleno centro de Igualada me crucé con una señora con
una bombona de butano en la cabeza, reconozco que me pillo algo desprevenido y
tardé unos segundos en cambiar mi trayectoria para seguirla. Las primeras tomas
las disparé con la óptica de 50mm que llevaba en la cámara, pero enseguida me
di cuenta que debía cerrar más el encuadre para darle a “ella” todo el
protagonismo y por eso monté el tele de 180mm tomando rápidamente otras
imágenes.