En la República Centro Africana tuvimos nuestro primer contacto con los pigmeos Banda e intercambiamos con ellos valiosas piezas para el Museu de la Pell de Igualada y también a nivel personal. Llevábamos ya muchos kilómetros a cuestas y, en más de una ocasión, lamenté la velocidad con la que viajamos, ya que me fue imposible disponer de mayor tiempo para la fotografía. Sabía las condiciones y las acepté, pero creo que en ocasiones nos excedimos y que desaprovechamos hechos (impensables de rodar o fotografiar actualmente) que hubieran añadido valor al material gráfico de la expedición. De esa experiencia aprendí la importancia de la programación en cualquier proyecto fotográfico.
Diria que la RCA, gobernada por el dictador Jean-Bédel Bokassa, fue el país que cruzamos, metafóricamente hablando, “sans arrêter de la voiture”, ya que la mayoría de las imágenes que tengo así lo reflejan.