El poblado que encontramos a nuestro paso por la zona de Station de Capture d’Epulu y cuyos habitantes nos acogieron amigablemente celebraba una fiesta local. No sabría explicaros el significado de la misma, pero si puedo diciroa que los participantes era mayoritariamente masculinos y que las mujeres se mantenían expectantes y algo apartadas. Los hombres lucían máscaras de cuero pintadas con caholín blanco al igual que el cuerpo que estaba marcado por distintas formas y marcas también blancas. La vestimenta bàsica consistia en un taparrabos de tela burda atado a la cintura con un trozo de liana, algunos danzantes lucían complicados complementos vegetales en los brazos y cabeza en forma de penacho o borla. Todos llevaban tobilleras de cuero con elementos de todo tipo que actuaban como sonoros cascabeles al danzar.
El trato que nos dispensaron, durante el corto tiempo que estuvimos con ellos, nos levanto el ánimo. Tras este breve encuentro con los pigmeos regresamos a la pista cada vez más maltrecha.