Me ha funcionado muchísimas veces, diria que casi siempre, a lo largo de mi carrera profesional. Me desvinculo de la importancia de la campaña publicitaria, editorial, catálogo… por el que he sido contratado, y si yo veo una toma que cubre mucho mejor los objetivos de la misma, la hago, la presento y en un 99% de la veces se ha aceptado.
La disparé hace 7.300 días y ella fue la imagen sobre la cual se cimentó la mayor parte de la campaña publicitaria a nivel nacional y europeo. Fueron tantos los contratiempos, contradicciones, problemas que convivieron y se vincularon a esta campaña de baño que, mirándola hoy en día, me parece casi imposible que lograra evadirme y capturar originales fotográficos que respiraran, reflejaran, evocaran, sugirieran… sentimientos, sensaciones… tan opuestas y contradictorias a los que había out de set.
Las luchas -por el presupuesto, el concepto o ambos- entre los creativos de las agencias de publicidad y los directores de marketing de las empresas y/o diseñadores de las colecciones son habituales, incluso normales y forman parte del paisaje, pero suelen darse en las primeras reuniones de preproducción y, aunque no siempre, suelen morir en ellas, pero en esa campaña no sucedió así.
Habíamos contratado a Leticia Herrera, la top model que en aquellos días era imagen de Armani y Carolina Herrera entre otros, y cuanto más cerca estaban los días del shooting más se distanciaban las posiciones, sobre el concepto escénico-estético de la campaña entre el director creativo de la agencia y la diseñadora de la colección de baño (apoyada por la empresa). La situación era dantesca y apoyado por mi equipo de colaboradores decidí apostar a una carta: desarrollaríamos nuestro concepto escénico-estético más próximo a la propuesta inicial (aprobada) en base a la cual todos habíamos trabajado e ilusionado. Trasladé mis intenciones al director general de la empresa, éste dio su autorización y me centré en la localización, permisos, el equipo dos de colaboradores y la parte técnica: material sensible, equipo de cámaras Nikon, luces, pantallas, palios blanco y negro…y un largo etcétera para afrontar el reto que, por cierto, logramos con gran éxito.