Las adversidades bien aprovechadas son a mi entender una magnifico camino para estimular la imaginación, acentuar la evolución estético-conceptual-artística personal y alejarse del inmovilismo que nos impide avanzar, avanzar y avanzar, quizás por eso jamás he desestimado un trabajo fotográfico que conjugue equilibradamente las áreas de creatividad y la de “money in my pocket”.
La disparé hace 5.285 días y ella formaba parte del reportaje “Núpcies eclèctiques” de siete fotografías más portada para la revista DMODA, editada en catalán, con la que colaboraba habitualmente.
Decidí, de acuerdo con la editora de moda, romper con la clásica, elegante, sofisticada… y habitual localización a las que se suele acudir para fotografiar un reportaje de vestidos de novia.
En un mundo globalizado, el carácter y la armonía, la singularidad, la independencia y la libertad que la mujer que vive su fiesta nupcial crea en su entorno, es una irrefutable manifestación de personalidad.
Alejándome rotundamente de los cánones preestablecidos para la sesión me instalé en un piso vacío, abandonado en plena reforma por sus propietarios por desacuerdos entre ambos, sin luz, sin agua, sin calefacción, polvoriento y mugriento. Esta localización (incomoda) fue de gran ayuda para situar a todo el equipo de colaboradores, muy especialmente a la modelo, de que no deseaba crear imágenes “happy day” y que debíamos centrarnos en obtener imágenes que nos mostraran una mujer libre, que vive su tiempo, y que manifiesta sin complejos aquello que le conviene, sin acatar estéticas contradictorias y lejanas a sus principios y valores, pero con una cierta dosis de escepticismo ante esa etapa desconocida que toda novia sabe que inicia.
La captura la hice con una cámara Nikon F3 con óptica Micro Nikor de105mm. con unos valores de exposición de 1/30 segundos de velocidad y apertura de diafragma 8 con transparencia Ektachrome 100. Para iluminar la escena un vecino nos prestó la corriente eléctrica necesaria, usé un punto de luz HMI de 1.200Wts. apoyado con pantallas reflectoras, luz natural y tungsteno con un potenciómetro en la bombilla de 200Wts. para ajustar la exposición a la luz principal, sin perder los filamentos de la bombilla, y obtener un contraste con las distintas temperaturas de color. No apliqué ningún tipo de retoque ni ajuste posterior.