dimecres, 7 d’octubre del 2020

La disparé hace 13.540 días

 

Diria que un tiempo pasado nunca fue mejor, pero puede que algunas sesiones fotográficas lográramos hacerlas con menos artificios y más ligeros de equipaje. Más hay una hecho que se imponen y persiste , independientemente de las épocas, cuanto mejor sea la modelo, mejor seran los resultados. 

 
La disparé hace 13.540 días y ella, de entre todas la imágenes del reportaje de moda “Tonos quemados”, fue la elegida para la portada de la revista HOGAR Y MODA del grupo editorial Hymsa de Barcelona. 
 
Para la realización del reportaje acordamos con la editora de moda, María Casanovas, que nos acercaríamos hasta el municipio de Begues, el municipio con el termino más grande del Baix Llobregat, a unos 30 kilómetros de Barcelona. Éste (Begues) fue uno de los municipios afectado por los incendios de grandes dimensiones que en 1982 afectaron a la provincia de Barcelona y este lamentable acontecimiento nos ofrecía -cromáticamente hablando- un enclave perfecto, ya que podíamos crear sinergias entre los tonos de las prendas y el entorno donde las fotografiaríamos. 
 
Si por aquella época podia trabajar con la modelo Nastasia no lo dudabas ni un segundo, ya que, sin ánimo de menospreciar a nadie, ha sido de las pocas modelos merecedora de sobrenombre de “top”, apodo que en los años 90 creo que todos usamos con ligereza. 
 
Fue una sesión en plena naturaleza, con un equipo escueto –la modelo, la editora de moda, el maquillador-peluquero, el chofer de la furgoneta que hacía a la vez de asistente y un servidor- así era como trabajábamos en los años 80 y vistos los resultados no lo hacíamos tan mal. 
En 1983 la moda española estaba en expansión y la editora de moda María Casanovas, incitaba a los pocos fotógrafos que estábamos especializados a lanzarnos a la creación de imágenes distintas, más arriesgadas, nuevas, que quebrasen los cánones clásicos a los que las revistas estaban acostumbradas, tanto en el estilismo como en la propia imagen y su entorno. Los medios eran precarios pero todos nos implicamos en ello paulatinamente, hasta alcanzar unos niveles muy aceptables y rompedores, que consiguieron editar nuevas revistas de moda vanguardistas y con más medios para los fotógrafos y la profesión. 
 
Para este reportaje utilicé Transparencias Ektachrome 100 Asa y la Nikon F2 con un tele de 180 mm f 2,8 que me permitía separar la modelo del fondo para dar profundidad a la naturaleza que comenzaba a recuperarse tímidamente del gran incendio, el terreno quemado nos dejó llenos de carbonilla y la ropa con un fuerte olor a humo, mientras nos desplazábamos para buscar los puntos de vista más idóneos entre las rocas y los pocos espacios verdes que comenzaban a emerger. 
 
 REPRODUCCIONES DE LAS PÁGINA DE LA REVISTA HOGAR Y MODA