Los equipos son importantes en cualquier trabajo y los fotógrafos sabemos mucho de ello. Por eso no me canso nunca de repetir que aun sabiendo de la importancia de la técnica, las personas del equipo son primordiales en fotografia y en cualquier otra profesión, ya que el éxito sólo lo alcanzaremos remando juntos hacía el objetivo. Tener a Teresa a mi lado ha hecho que ese andar sea muchos más fácil, puesto que ella ha estado siempre el elemento capaz de aglutinar desemejanzas y divergencias.
La disparé hace 12.557 días y ella fue una de las fotografías del reportaje EL PUNTO DEL FRÍO de la revista “Labores del Hogar”, editada por el grupo Hymsa de Barcelona.
Los que me conocéis sabéis la importancia que le doy al casting y en esa ocasión –dado el acting- que deseábamos darle a la sesión mi propuesta de trabajar con la modelo catalana Montse de la Prida fue aprobada, ya que coincidimos plenamente en que ella era la más idónea para el reportaje.
Con Anna Valles como estilista, Julio Hilari el peluquero y Neus Tutusaus de maquilladora yo me centré en la parte técnica. Trabajaríamos en mi recién estrenado plató de la Gran Via de Barcelona, puesto que sus dimensiones me permitían, sin ningun problema, crear aquella luz que en el argot fotográfico de la época denominábamos que traducido seria < fondo blanco total> y para los más jóvenes y/o los olvidadizos os recuerdos que carecíamos del mágico Photoshop.
El planteo de la sesión se centró en el dinamismo positivo con lo que el acting de la modelo debía ser libre, divertido, expresivo, con movimiento tanto de la modelo como con el juego de los complementos que acompañaban a la colección de jerseys de abrigo de Imma Escofet, rabiosamente extrovertidos en formas y colores.
Para la iluminación con fondo blanco total en un espacio amplio, tenias que buscar una muy buena distribución de la luz en el fondo para que su intensidad no invadiera la figura y, fuese suficiente limpia para que en imprenta no tuviesen problemas en recortar y fusionar varias figuras en un mismo fondo ya que ésta era la idea inicial de la sesión.
Para ello trabajé con varios generadores Broncolor y diferentes tipos de antorchas, para el fondo empleé antorchas angulares y para la modelo un Hazyligth y un Sripligth, a modo de pantalla reflectora, ya que debía cubrir una amplia área de plató por la que Montse se movía, saltaba y evolucionaba libremente tanto de pie como en el suelo, mientras yo la dirigía, animaba, incitaba y la seguía con la Hasselblad 500 C que me permitía obturaciones altas con la transparencia Ektachrome 100 Asa, a la que antes había hecho un test de blancos para que éstos no tuviesen desviaciones de color, ya que en algunas partidas de emulsión podía ocurrir y me interesaba la máxima neutralidad en el blanco del fondo. Una sesión en la que tuvimos problemas en escoger una imagen entre tantas de buenas que se obtuvieron.
Reproducción de algunas páginas del reportaje EL PUNTO DEL FRÍO para la revista de moda Labores del Hogar