En aquellos momento tenia en mente la fotografía documental y todo aquello que me parecía histórico-evolutivo lo fotografiaba. A los pies de Montserrat ví una imagen que resumía mi percepción histórica del momento: el abuelo con el traje de pana con el que desde décadas honoraba los domingos, con su boina y la mula, a su al lado la nieta con pantalón, de Tergal, pata de elefante y chaquetón tres cuartos atado a la cintura. Al fondo alejándose tras cruzar el puente el Seat 124 que la había acercado hasta su abuelo con el que mantenía un diálogo abierto pero con cierta resignación de escuchar las emociones, experiencias y sabiduría popular que podía transmitirle. El momento y la composición de la escena fueron totalmente intuitivos, la reflexión y los detalles de la fotografía que tomé llegaron más tarde.