El rey Hassan II reclamaba derechos territoriales sobre el
Sahara Español y los ánimos en ambas partes de la frontera estaban exaltados
por la inminente “marcha verde” que se estaba gestando. En Dahora, el puesto
fronterizo con Marruecos, sólo había unas casetas y un pequeño muro que no
media más de 50 centímetros de alto y unos 7 metros de largo. En Aaiún
repusimos provisiones, entre ellas Coca Cola y material fotográfico, y en el supermercado de la Legión compramos unos
sandalias, muy baratas, pero de excelente calidad, ya que las calzamos durante
toda la expedición.