La llegada a Mali en la plataforma del tren en la que habíamos hecho el viaje fue una experiencia inolvidable. El tren aparcó en una vía muerta de la estación de Kayes y allí quedamos abandonados, durante algunos días, a la espera de que nos acercaran a un muelle de descarga. Con una persistente llovizna que tan sólo paraba esporádicamente y sin saber cuando podríamos descargar el Land Rover y las motos, montamos la tienda en la misma plataforma ferroviaria -de tanto en tanto se acercaba una máquina de tren y de un solo golpe seco, sin previo aviso, mandaba el convoy de plataformas un poco más lejos entre vías de la estación, mientras un ferroviario iba poniendo piedrecitas encima de los railes para frenar la embestida-.
Mali es uno de los países más interesantes del África sud sahariana por el contraste de paisajes, climatología desértica la Norte y tropical más al Sur y con una variedad étnica y cultural más que interesante. Con tantos percances se hizo prácticamente imposible visitarlo como quería, por lo que decidí que lo visitaría más adelante, una vez finalizada la expedición Igualada - Kilimanjaro.