Costa de Marfil es un país rico en productos naturales y mientras lo cruzamos pudimos ver, casi siempre cerca de los poblados, las plantaciones de las nueces de cacao colgando del tronco de los arboles, las de ananás o piña tropical y las de heveas brasilensis, conocido también como el árbol del caucho, éstas generalmente diseminadas entre la brousse y los granos de café secándose al sol en espacios muy bien delimitados entre las paillottes.