dimecres, 26 de febrer del 2020

La disparé hace 12.925 días


Hay sesiones fotográficas difíciles de olvidar por muchos años que hayan transcurrido y ésta es una de ellas. 

La disparé hace 12.925 días y ella fue la imagen de la campaña de Verano-85 de la colección de moda diseñada por Margarita Javaloy. 
Por aquel entonces Teresa y yo habíamos transformado un segundo piso de un edificio modernista de la calle Diputación que compartíamos con nuestra collie Dinka, en mitad vivienda, mitad estudio. Trabajamos en él unos seis años, durante los cuales hicimos grandes e importantes proyectos, pero también aceptamos los medianos y pequeños. En cada uno de ellos nos entregábamos en cuerpo y alma y así crecimos, evolucionamos, maduramos… como profesionales y personas. 

Todos sabéis la importancia que doy al casting y en ésta campaña era importantísimo acertar con la modelo. Conjuntamente con el cliente decidimos fotografiar menos diseños de la colección, pero apostar por la modelo más top, o sea la más cara, que había en Barcelona: Marianne. 

En las fotografías la modelo Marianne se nos presenta en una aparente acting espontáneo, natural, franco, libre, casual…, pero siento deciros que todo estaba minuciosamente, meticulosamente… controlado. Y ahí es donde reside la magia, lograr dar apariencia de toma robada cuando esta ha sido construida mediante una perfecta sincronización entre la modelo y el fotógrafo. Dejadme que os de un consejo jamás lo intentéis con según que nivel de modelo, ya que no lo lograreis, de ahí la importancia del casting. 

El plató de la calle Diputación, a pesar de fusionar dos habitaciones, no tenía unas medidas grandes pero si suficientes y en según que tipo de iluminaciones y plano de la modelo me tenía que apoyar en la pared del fondo. 
Para la iluminación de un fondo blanco impoluto utilicé dos antorchas Broncolor pulso 404 que me permitían regular el ángulo de iluminación, en espacios reducidos, y situar a la modelo a una distancia óptima del fondo para evitar reverberaciones en el cuerpo de Marianne, que iluminé con una antorcha Hazyligth Broncolor que me permitía una luz suave con contraste mediano. Lo más complicado de la sesión fue coordinar el movimiento de la seda en el aire con el acting de la modelo, para ello precisé de la colaboración de dos asistentes, encaramados en sendas escaleras, que movían la seda fuera de plano, y un ventilador que mantenía la evolución espacial sin influir en el peinado al que le conferimos movimiento en su ejecución. Trabajé con la Hasselblat 500C con óptica de 120 mm y film Ektachrome 100 Asa. Fue una sesión muy agradable y lo difícil consistió en seleccionar un solo original de todos los que podían ser válidos. 

Segundo original de la campaña Verano 1985