Entramos en Zaire cruzando el caudaloso rio Oubangui. Éste fue uno de los países africanos, de nuestro itinerario, com más corrientes fluviales. Las había de grandes y pequeñas, tuvimos ocasión de cruzarlas con todo tipo de embarcaciones y bacs. Algunas de ellas a motor, otras a base de remos, también tiradas por un cable desde la otra orilla… No fue tarea fácil cargar y descargar nuestro pesado Land Rover en las embarcaciones, pero el tema de los horarios fue una autentica pesadilla, ya que la divergencia entre la realidad y lo que se anunciaba en el embarcadero era difícil de aceptar inclusive para nosotros, acostumbrados como estábamos a dichas “divergencias”, después de miles de kilómetros por ese extraordinario continente.