No vimos maquinaria agrícola pesada, con lo que todo el trabajo era manual a golpe de azada y con palancas de hierro para arrancar los tocones de árbol, que normalmente habían quemado antes. En un claro despejado, encontramos a unos carpinteros serrando un tronco de árbol para obtener planchas de madera, con un sistema manual, lento y pesado, pero de resultados óptimos. No era inusual ver ruandeses vestir con la falda tipo sarong como en Sri Lanka y fumando en pipa.